El embarazo en la adolescencia tiene unas consecuencias adversas tanto de tipo físico y psicosocial,
en especial en las más jóvenes (15-16 años) y sobretodo en las pertenecientes a
las clases sociales más desfavorecidas, ya que siguen una dieta inadecuada a su
estado y utilizan tarde o con poca frecuencia el servicio de atención prenatal
lo que supone una dificultad mayor para aceptar la realidad, retraso de la
primera visita, desconocimiento del tiempo de gestación, incumplimiento del
tratamiento, pasividad,
falta de respaldo, depresión y dificultad en la relación asistencial, entre
otras cosas.
Una de las
características sociodemográficas
de las madres adolescentes, es la particular composición de la estructura
familiar; destaca que un 17,5% de las madres siguen constando como residentes
en la residencia paterna, mientras que un 15% se incorpora a la residencia del padre,
un 65% crea una unidad familiar independiente y un 2,5% vive sola o con otras
personas (pensiones,
casas de acogida, etc...).
En lo concerniente al aspecto psicológico, es
conveniente que la madre adolescente reoriente toda su vida y asuma
responsabilidades de adulto. Según numerosos estudios realizados, éstas
desempeñan bien su papel de madre, estableciendo buenas relaciones con su hijo,
no siendo menos competentes que las adultas.
Vanessa :) muy interesante tu blog. Un saludo.
ResponderEliminarMe estas llamando golfa...
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